MERECES FLORECER

Florecemos cada vez que nos permitimos escucharnos genuinamente. Cada vez que nos atrevemos a sentirnos vulnerables, inestables e incomodos. En ese instante siembro una información nueva que nutre mi raíz y me acompaña a dar flores más bellas y únicas.

Fertiliza tu tierra y pregúntate:

 ¿Cuántas cosas debo dejar de ser para ser quien realmente soy? ¿Cuántas cosas debo dejar de hacer para ser?  ¿Con cuántas cosas debo dejar de identificarme?

Quizás es duro descubrir que muy poco de lo que somos o hacemos  tiene realmente que ver con nosotros.

Pero hay que saber que el ser genuino no requiere ningún tipo de esfuerzo.

No es forzoso ser yo. Lo que nos pesa, duele y apaga es querer aparentar ser lo que tiene más que ver con otros que conmigo. Buscar encajar por miedo a quedar solos o que no nos quieran.

Recuerdo una frase que decía: “Para que encajar si naciste para sobresalir”. Y es verdad!, cada uno tenemos algo extraordinario y diferente para brindar a este mundo. Pero, también es verdad, que vivimos en un mundo en donde nos enseñaron a ser “políticamente correctos” hablando mas de lo que pensamos y muy poco de lo que sentimos. 

Tenemos que comenzar a ser más coherente con nosotros mismos. Aunque eso signifique mucha incomodidad. 

¿Te animarías a comenzar a decir más lo que sientes y hacer más lo que dices?

Utiliza tu voz para florecer, utiliza tu conversación para volver a identificarte con lo que quieres ser.

Tu voz te hace libre, la libertad te da alas, las alas te dan más perspectiva. Y tener más perspectiva te da la capacidad de elegir en quien realmente quieres convertirte.

Mereces florecer.

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